La CEPAL (en articulo adjunto) informa sobre el estado de la INVERSION
INTERNACIONAL PRIVADA
en Latinoamérica y el Caribe la misma que
ha
experimentado un crecimiento importante, llegando a 173.361
millones de
dólares en 2012, un incremento del 6,7% sobre el año anterior.
El articulo anota
el balance positivo en relación al año 2009, cuando se
experimentó una reducción
importante del 40,2%, 2009 es el año en que
la economía mundial sufrió las
consecuencias de la mayor crisis económica
desde la Gran Depresión de los años treinta y en la
que la recepción de
inversiones en esta región alcanzó los 76.681 millones de
dólares, cifra que
implico una disminución del 42% respecto del récord
histórico alcanzado
en 2008.
Se enumeran en un
listado de 9 puntos los supuestos beneficios de la
inversión extranjera la
misma que aparentemente COMPENSARIA LOS
DAÑOS QUE OCASIONA.
De los 9 items
señalados tan solo uno está referido al trato a los
trabajadores, aduciendo que
la Inversión extranjera trae consigo la
implementación de mejores condiciones laborales,
de horarios y de
calidad del lugar de trabajo, lo cual, por lo menos en el Perú NO SE ADVIERTE.
Se podría alegar
que los beneficios a los trabajadores son indirectos y
que devendrían tales vía
la incentivación de la INVERSION NACIONAL al
estimular a los empresarios
peruanos, lo cierto es que en el PLANO NACIONAL
quiénes invierten son algunos
familiares de algunos POLITICOS y no
precisamente en empresas sino en bienes
inmuebles, tal es el caso de
la señora Eva Fernenbug -suegra de Alejandro
Toledo- a quién vía dos
empresas off shore en Panamá y Costa Rica, vinculadas a
Josef Maiman
se le transfirieron US$ 5 millones de dólares.
La CEPAL anota que
es RESPONSABILIDAD de los inversionistas extranjeros
mantener condiciones mínimas de ética, de
profesionalidad y de seguridad,
tanto en condiciones de sus trabajadores como
en su trato con los gobiernos.
No es el caso que citamos, para que ello se produzca es necesario un ESTADO
en manos de las CLASES PRODUCTORAS, auténticamente NACIONALISTA, que
defienda
los intereses no solo de los empresarios nacionales sino de la
comunidad y del
territorio en que trabaja y vive.
Sólo porque la
inversión extranjera debe ser bienvenida, no exime a las
empresas a mantener
sus responsabilidades corporativas… pero ello
requiere de un GOBIERNO auténticamente NACIONALISTA
que se incluya en
todas las corrientes INTEGRACIONISTAS INDOAMERICANAS a fin de sumar
esfuerzos y enfrentar el poderío
expansionista y depredador de las fuerzas
económicas externas.
En el caso del
Perú, su presencia en UNASUR; en la ALIANZA DEL PACIFICO
y en MERCOSUR –en este
ultimo como ASOCIADO- le garantiza ser
partícipe del desarrollo de un
espacio regional integrado; pertenecer a un
bloque comercial de exportaciones y
comercio y la vinculación con Asia
Pacífico; y por último, favorecedor y
favorecido dela libre circulación de bienes,
servicios y factores productivos
entre países, el establecimiento de un arancel
externo común y la adopción de
una política comercial común, la coordinación
de políticas macroeconómicas y
sectoriales entre los Estados partes y la
armonización de las legislaciones
para lograr el fortalecimiento del proceso de integración.
Demonizar estos
esfuerzos es traicionar la línea de integración económica
y política orientada
a crear una fuerza continental soberana que favorezca
el desarrollo de la
región sin sacrificar su FUERZA DE TRABAJO y sin
entreguismos de nuestras
riquezas por las cuales se exige lo que con
JUSTICIA le corresponde.
Adjuntamos
artículo:
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