viernes, 28 de junio de 2013

La verdad acerca de los reservorios de minas Conga


Más sobre minería …
Conga en ningún momento ha paralizado … el paisaje cajamarquino se destruye para supuestamente lograr inversiones que beneficiaran a todos los peruanos … ¿será verdad? La historia de la minería en el Perú se remonta a etapas muy lejanas y en especial se acentúa con la llegada del europeo … en esa etapa millones de seres humanos, su cultura, su forma de vivir y el entorno natural fueron destruidos … en la República, se prolongaron las mismas condiciones de la Colonia ….  Hoy, ¿ha cambiado algo la depredación minera? ¿Qué tan fuerte es el Estado peruano para velar por los intereses de la comunidad nacional?
El Perú ¿recibe inversiones o exporta capitales? ¿Qué montos son mayores: las inversiones que llegan o las ganancias que se ganan las empresas mineras?
Daba


Martes 25 de Junio de 2013 15:34 | Escrito por Servindi | PDF Imprimir Correo electrónico
Como ya es de conocimiento público Minas Conga destruirá directa y premeditadamente las lagunas El Perol, Azul, Chica, Mala y Empedrada. Las lagunas El Perol y Empedrada serán destruidas por el tajo Perol, y las lagunas Azul, Chica y Mala desaparecerán con los enormes botaderos de rocas de desmonte Perol y Chailhuagón.
Minera Yanacocha y su Proyecto Conga dicen que para compensar la pérdida de esas lagunas construirán cuatro reservorios: Superior, Inferior, Perol y Chailhuagón, con los cuales habrá más agua almacenada y más disponibilidad de agua para la agricultura y la ganadería que la que existe actualmente.
Tanto la minera como varios ministros del Gobierno (incluidos el del Ambiente y el Primer Ministro) han hecho creer al país y al mundo que el Proyecto Conga está paralizado o suspendido y que los reservorios son obras de infraestructura agrícola para el campesinado, que no tienen que ver con el proyecto minero.


¿Por qué requiere Minas Conga la construcción de reservorios?
1) Porque para procesar 92,000 toneladas diarias de mineral y para otros usos internos necesita enormes volúmenes de agua,
2) porque generará enormes volúmenes de aguas altamente tóxicas que deben ser tratadas y almacenadas previamente antes de su descarga a los ríos,
3) para mitigar parcialmente los graves impactos que implicará la desaparición de lagunas y bofedales con la apertura de los tajos.
Así pues, los cuatro reservorios proyectados: Superior, Inferior, Perol y Chailhuagón son parte del proyecto minero Conga; no son obras de infraestructura agrícola como pretenden hacer creer Yanacocha y el Gobierno Central.
Pero, ¿los reservorios de Conga compensarán o, incluso, aumentarán la capacidad de embalse de las lagunas que serán destruidas? ¿proveerán más agua para las comunidades y para las actividades agropecuarias que la que actualmente proveen las lagunas, los bofedales, manantiales y riachuelos?
En el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Conga (en adelante EIA) se presenta el siguiente cuadro comparativo:


Aparentemente, según este cuadro, la capacidad de almacenamiento para las necesidades agropecuarias en las cabeceras de cuenca se va a cuadruplicar. Pero definitivamente no será así por las siguientes razones:
1. Porque los reservorios (en este caso el reservorio Perol) no compensarán – y sus diseños ni siquiera consideran – la gran pérdida de almacenamiento de agua que la mina ocasionará cuando extraiga los bofedales de la pampa Perol (que tiene 103 hectáreas y hasta 20 m. de profundidad).
2. Porque no se ha considerado el agua almacenada en la laguna Empedrada, que también será destruida por el tajo Perol.
3. Porque la laguna Huashwas, ubicada en la cuenca del río Chirimayo, se irá secando debido a la cercanía y enorme profundidad de los tajos Chailhuagón y Perol, y por las voladuras para abrir esos tajos, que causarán fisuras en el fondo y paredes de la laguna, por donde escapará el agua que almacena.
4. Porque la laguna Chailluagón y el reservorio Chailhuagón, que se ha construido a su lado, también se irán secando debido a la cercanía y a la gran profundidad del tajo Chailhuagón, y a las explosiones o voladuras, que agrietarán las paredes de la laguna.
5. Porque los enormes tajos o cráteres Perol (de 1950 m de largo, 1500 m de ancho, 660 m de profundidad y 224 hectáreas de extensión) y Chailhuagón (de 1800 m. de largo, 900 m. de ancho, 470 m. de profundidad y 143 ha. de extensión) cortarán y desaparecerán completamente grandes tramos de los riachuelos, canales de riego y cauces de quebradas que dan origen a los ríos Chirimayo y Challuagón, principalmente.
6. Porque los enormes botaderos de rocas de desmonte Perol (de 289 Ha) y Chailhuagón (de 169 Ha), además de enterrar completamente y destruir a las lagunas Azul, Chica y Mala, también taparán totalmente y destruirán los riachuelos que desembocan o que nacen de estas lagunas, además de los bofedales, pajonales y grandes extensiones de tierras que rodean a estas lagunas.
7. Porque los dos botaderos de rocas de desmonte con mineral de baja ley, las pilas de mineral y otros componentes del Proyecto Conga serán una fuente permanente de aguas ácidas con metales pesados, que contaminarán grandes extensiones de tierras y otras aguas que entren en contacto con ellas.
8. Porque la gigantesca cancha de relaves de 700 hectáreas sepultará y contaminará casi todos los riachuelos y manantiales que forman parte de las cabeceras de los ríos Jadibamba (provincia de Celendín) y Toromacho-Quengorío (provincia de Hualgayoc). Nunca más las aguas naturales de esos riachuelos y manantiales estará disponible para el consumo humano y para las actividades agropecuarias.
9. Porque los enormes y profundos diques de este lago de relaves cortarán tanto las corrientes superficiales como los flujos de las aguas subterráneas, ocasionando la desaparición o disminución de caudales de los manantiales de más abajo.
10. Porque la gigantesca cancha de relaves de 700 Ha. los enormes tajos Perol (224 Ha.) y Chailguagón (143 Ha.), y los enormes depósitos de rocas de desmonte Perol (289 Ha.) y Chailhuagón (169 Ha.), además de las 15 carreteras y las canteras de la mina, destruirán cientos de manantiales en las cabeceras de cuenca de los ríos Chirimayo, Chugurmayo, Jadibamba, Toromacho y Challuagón. Los caudales de estos manantiales que serán destruidos (y otros que se secarán) tampoco han sido considerados y no serán compensados con los reservorios.
11. Porque el reservorio Superior, que será el más grande de los cuatro (7’600,000 m3), será de uso exclusivamente minero. Para procesar 92,000 toneladas diarias de minerales y producir más de 96,000 toneladas diarias de relaves (equivalentes a un volumen diario de 60,037 m3 de relaves), la planta de proceso de Minas Conga consumirá alrededor de 50,000 m3 diarios de agua, parte de los cuales vendrán del reservorio Superior.
12. Porque el reservorio Inferior almacenará las aguas ácidas y altamente tóxicas que lleguen de la cancha de relaves y del botadero Perol. El agua de este reservorio será tratada con enormes cantidades de cal para neutralizar la acidez y luego será descargada al río Jadibamba, en el mejor caso como agua de clase 3 (no apta para el consumo humano).
13. Porque los reservorios tendrán un volumen de almacenamiento muerto que será ocupado por sedimentos, ya que la mina aniquilará más de 2,000 hectáreas de cobertura vegetal de los cerros y laderas, y cada vez que llueva bajarán grandes cantidades de sedimentos.
14. Porque, a diferencia de las lagunas naturales, los reservorios requerirán mantenimiento periódico y tratamiento del agua almacenada, lo que significará un altísimo costo y una carga social, sobre todo cuando la mina se vaya.
El Proyecto Conga, pues, es inviable social, económica y ecológicamente y debe ser cancelado definitivamente.

"Doe Run vs. Perú: Lecciones de una demanda injusta"

Un obra interesante  para reflexionar, … un libro que pone sobre el tapete el debilitamiento del  Estado al renunciar a su Soberanía sometiéndose a los arbitrajes internacionales, en este caso en el sector minero … el Estado peruano contra una transnacional norteamericana … ¿Qué tan poderosa es la Doe Rum, que incumpliendo su compromiso con el Perú, lo demanda para lograr compensaciones por su incumplimiento en los compromisos adquiridos?
Daba

Miércoles 26 de Junio de 2013 08:41 | Escrito por Servindi | PDF Imprimir Correo electrónico
cebf7ce8-6e97-4de1-a00e-228d65ad838b- Libro invita a repensar los modelos de protección de las inversiones.
Ya se encuentra disponible en internet la versión electrónica del libro “Doe Run vs. Perú: Lecciones de una demanda injusta”, de José De Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente, y Emma Gómez, sub directora de Cooper Acción.
El texto ha sido elaborado por iniciativa de la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE).
El libro analiza las implicancias de la demanda de arbitraje internacional por US$ 800 milllones que presentó el Grupo Renco, accionista mayoritario de Doe Run, contra el Estado peruano al amparo del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Estados Unidos en 2006.
La demanda se hizo pública los primeros meses del año 2011. Uno de los argumentos expuestos por el Grupo Renco se sustentó en el artículo 10.7 del TLC sobre “expropiación indirecta”. Según la empresa, en ese entonces el gobierno peruano aspiraba a ser reconocido como el mayor acreedor en la junta ante el Indecopi.
Desde el 2008 eran conocidas las dificultades financieras por las que atravesaba Doe Run, su insolvencia y el incumplimiento de su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) hicieron que el citado organismo regulador competente, en el marco de un proceso concursal, conformara una junta de acreedores para decidir su futuro.
“Doe Run vs. Perú: Lecciones de una demanda injusta”, toca este aspecto y otros más que fueron surgiendo desde que Doe Run asumiera la administración y el control del complejo de La Oroya, en la región Junín, en 1997, afectando sistemáticamente el medio ambiente y la salud de la población.
En ese contexto, los autores se preguntan cómo una empresa que incumple todas sus obligaciones en el país que la acoge puede llevarlo a un proceso de arbitraje internacional y tener posibilidades de ganar una indemnización millonaria.
El libro analiza también los derechos otorgados por los TLC a los inversionistas y cómo los utilizan en procesos arbitrales cada vez con más frecuencia.
Advierte así que el escenario de un arbitraje no es favorable para los Estados, lo que los obliga a definir una adecuada estrategia de defensa y respuesta a los argumentos de la demanda.
A partir del caso analizado, el texto aborda el debate actual sobre la necesidad de repensar los modelos de protección de las inversiones, buscando generar alternativas que permitan encontrar nuevos puntos de equilibrio entre las variables económicas, sociales, culturales y ambientales.
Los autores Emma Gómez Moreno es abogada y magister en Derecho de la empresa de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente es sub directora de la ONG CooperAcción y está a cargo del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, que abarca cinco regiones del país.
Es especialista en prevención y transformación de conflictos mineros y en la promoción de derechos de las poblaciones asentadas en zonas de influencia minera.
José De Echave Cáceres ocupó el cargo de vice ministro de Gestión Ambiental en el Ministerio del Ambiente (Minam). Es doctor en Economía por la Universidad de La Sorbona en Francia y tiene un posgrado en Economía Internacional y Desarrollo.
También es fundador de de la ONG CooperAcción y asesora a comunidades campesinas afectadas por proyectos mineros y a sus organizaciones nacionales.